VERTICILOSIS EN EL OLIVAR


  La verticilosis del olivo, causada por el hongo Verticillium dahliae, es una enfermedad presente en Andalucía y en la cuenca mediterránea. El Verticillium dahliae puede perpetuarse pasando entre plantas de la misma especie o de un huésped a otro: de plantas espontáneas (ortigas, papaveráceas) y plantas cultivadas (patata, tomate, algodonero, melones) a los olivos.

  El hongo infecta al olivo por las raíces o la base del tallo aprovechando las lesiones producidas por las labores o seres vivos como insectos o nematodos. Una vez en el interior, el micelio del hongo se extiende con rapidez por el sistema vascular y produce en la planta una reacción a las sustancias viscosas producidas por el parásito que taponan los vasos conductores. 

  Se desarrolla mejor cuando se producen movimientos abundantes de savia. Hay dos periodos clave: uno en la floración y otro al final del verano. Esta preferencia por el movimiento de savia explica que ataque más a árboles vigorosos, a ejemplares jóvenes y a aquellos que se encuentren en cultivos intensivos de regadío en los que se aporten bastantes abonos, sobre todo los nitrogenados. La inactividad del parásito se sucede en invierno y en pleno verano.


  Después de haber sido atacados, las hojas, flores y frutos se quedan unidas a la ramita durante bastante tiempo. Si el ataque fue en primavera, se quedará así todo el verano y pasado algún tiempo los órganos muertos caen.

  El daño puede ser grave porque puede matar el árbol y afecta siempre al rendimiento de la cosecha. En el caso de plantaciones jóvenes, puede trastornar gravemente la marcha de la plantación.

  La verticilosis del olivo es una enfermedad que presentan muchos inconvenientes:

- Sobrevive en el suelo durante más de 10 años.
- Tiene la capacidad de infectar a centenares de plantas.
- Su crecimiento está confinado en el xilema de la planta susceptible.
- Existencia de gran diversidad genética.
- Predominan tipos defoliantes muy virulentos y letales en olivos susceptibles que está extendido en toda Andalucía.
- Su fácil dispersión dentro y entre plantaciones se da a través del: materias de plantación infectado, suelo infectado, restos infectados de plantas cultivadas o arvenses, agua de riego, uso de residuos de almazara que estén infectados y hojas de olivo infectados.   

   Hay que promover la riqueza biológica del suelo mediante un incremento de la materia orgánica con humus de lombriz o compost. Los suelos que poseen una alta biodiversidad de microorganismos proporcionan un equilibrio ecológico que reduce drásticamente la presencia del hongo patógeno.

  Los síntomas comienzan con hojas que se enrollan longitudinalmente , como un canalillo y se descoloran. Después este enrollamiento se acentúa, se abarquilla y las hojas se tornan amarillentas o pardo claro. Este proceso suele ser rápido.

  Si es en primavera, las flores y los frutos recién cuajados también se marchitan. En cambio, si es al final del verano las aceitunas que están en envero, se arrugan y secan. 

  Así como utilizar aguas de riego que no estén contaminadas; mantener limpios los tractores, aperos y herramientas; evitar realizar el laboreo en seco debido a la posible dispersión del hongo mediante el polvo; poner plantones que se encuentren libres del hongo y realizar plantaciones en suelos que esté libres del hongo.

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